CICATRICES

En la entrada de hoy te quiero hablar de las cicatrices.

Un proceso biológico, el de cicatrización, que muchas personas (incluido profesionales de la salud) desconocen que pueda ser tratado por la fisioterapia y sin embargo, es algo que debemos acompañar si queremos optimizar los resultados y prevenir complicaciones.

La fisioterapia interviene cuando la cicatriz está “cerrada”para evitar el riesgo de infección. Es muy habitual que empecemos a trabajar cuando aun hay zonas con costra, la cual irá cayendo a medidad que hidratamos y trabajamos la zona.

Pero la cicatrización no es sólo que la herida “cierre”, sino que es un proceso largo y complejo.

El proceso biológico de cicatrización está formado por 3 fases que se solapan entre sí:

  • Inflamación
  • Proliferación
  • Remodelación

La Fase Inflamatoria dependiendo del grado de lesión durará de 3 a 4 días y es un proceso fisiológico necesario para la cicatrización en el participan células proinflamatorias (macrófagos, mastocitos,…) y sustancias proinflamatorias (serotonina, histamina, calcio, PG…).

La Fase de Proliferación o de regeneración dura aproximadamente de 3 a 4 semanas. En esta fase hay una activación de las células satélite que sólo se activan ante lesiones transformándose en células específicas del tejido que debe regenerarse y, además, promueven la participación de los factores de crecimiento fundamentales para que se lleve a cabo correctamente la proliferación celular. Al mismo tiempo actúan los fibroblastos participan en la génesis de fibras de colágeno y de capilares.

La Fase de Remodelación dura varios meses durante los cuales la cicatriz sigue mejorando (su color, la elasticidad, la circulación sanguínea…).

En algunas ocasiones, aún siendo una cicatriz posquirúrgica, con una buena sutura, puede darse una respuesta anómala de la cicatriz que provoca una reacción desmedida de los fibroblastos en la fase de proliferación creando colágeno de manera descontrolada y mal formado dando lugar cicatrices queloides que se pueden extender más alla de la zona de la herida y no son reversibles. Son difíciles de prevenir ya que están relacionadas con factores de riesgo intrínsecos como la carga genética, la edad, la raza o el sexo, incluso la zona donde se encuentre la herida.

Por suerte no son tan frecuentes, quizás lo sean más las cicatrices hipertróficas,  que también se producen por una hiperploriferación de colágeno pero básicamente se diferencian de las primeras en que éstas no se extienden más allá de las heridas y sí que puden mejorarse con tratamiento.

Más allá de la parte estética, que indirectamente también se ve beneficiada por el tratamiento, lo que más nos interesa desde el punto de vista de la fisioterapia son las disfunciones secundarias que pueda provocar una mala cicatrización; cito algunos ejemplos:

– En el abdomen: Adherencias, retracciones, alteracion funcional del core

– A nivel de Suelo pélvico: dispauremia (dolor al mantener relaciones sexuales)

-En las articulaciones: Rigidez articular por adherencias y/o falta de elasticidad del tejido cicatrizal

Músculos: Disfunción muscular

TRATAMIENTO DE FISIOTERAPIA

La fisioterapia dispone de numerosas técnicas para el tratamiento de las cicatrices.

El primer paso siempre es la hidratación tanto de la cicatriz como de periferia que normalmente presenta restos de costras y un aspecto escamado.

El tratamiento con la Human Tecar provoca cambios en la microcirculación capaces de estimular los procesos fisiológicos naturales de nuestro organismo acelerando y optimizando los procesos de regeneración.

A estos tratamientos se le suman técnicas de terapia manual como el masaje, terapia miofascial y las movilizaciones pasivas y activas.